El rápido crecimiento de la logística externa exigirá a las empresas para el 2023 un servicio más personalizado, eficaz y sustentable tomando como base la tecnología. Para enfrentar este crecimiento las empresas tendrán que contar con personal más capacitado y procesos automatizados que desafiarán su permanencia. Conoce más sobre este reto y sus soluciones a continuación.
La logística externa ocurre cuando los procesos y flujos de trabajo suceden fuera de la empresa. Este proceso, que también puede ser interno, es de suma importancia en las compañías porque permite que los productos lleguen a los compradores de manera óptima y se pueda cerrar el ciclo comercial: producción, venta y entrega del producto.
Este paso, sin embargo, no es tan sencillo como parece; no se trata solamente de entregar el producto al cliente, pues hay una serie de procesos que deben cumplirse para conseguir este objetivo. Esos pasos van desde elegir el tipo de almacenamiento de los productos, monitorear los procesos en los almacenes, la implementación y vigilancia de la logística inversa, etc., es decir, involucra muchos aspectos y sectores dentro de la cadena de suministro.
Los procesos de la logística externa pueden variar según las características de las empresas, pero en mayor o menor grado, todos cumplen las siguientes acciones:
- El monitoreo del inventario: Esta primera acción requiere que la empresa lleva un exhaustivo análisis de los productos que tiene disponible en el almacén; cuáles salen a despacho y cuáles entran en restock.
- Uso de almacenes: Las empresas pueden elegir el tipo de almacenes de los que van a disponer y las cantidades de productos que pueden acumular allí. Los empleados que se encarguen del monitoreo del inventario como del almacenamiento de los productos tendrán que trabajar muy estrechamente.
- Envío de productos: Las estrategias de la logística externalizada se enfocan también en el uso de empresas de transporte externo y en la gestión de las flotas. En donde se tendrán que revisar las rutas, los tiempos de entrega entre otros factores.
¿Por qué se recurre al uso de la logística externa?
Básicamente, las empresas recurren al uso de la logística externa para poder enfocarse en los procesos de producción del producto y dejar a un lado las preocupaciones que implica la logística de los repartos. Sin embargo, esta no es la única ventaja, las empresas pueden también ahorrar costos y delegar estas funciones a otras compañías expertas en el servicio de logística que, por su profesionalismo, pueden muchas veces garantizar un cumplimiento mejor que si lo hiciera la misma empresa.
Retos más significativos de la logística externa para el 2023
Uno de los retos más evidentes será la implementación de logísticas externas más flexibles que, gracias al uso de softwares predictivos y algoritmos avanzados, permitan adelantarse a los posibles imprevistos que puedan surgir en los procesos de embalaje, entrega de productos o logística inversa.
Otro de los retos para el 2023 será optimizar los procesos de seguimiento y análisis en los distintos departamentos vinculados con la logística. Con esta acción se pueden tomar decisiones al momento y reconocer patrones tanto acertados como los incorrectos en los procesos.
También, al implementar softwares avanzados e inteligencia artificial, muchos de los procesos de la logística externa pueden hacerse en cualquier tipo de horario sin tener que contar con mano de obra que pueda incurrir en errores humanos.
Los retos que la logística externa enfrentará para el 2023 tiene también mucho que ver con el incremento de las compras en línea. Las empresas están en una constante búsqueda por satisfacer las demandas cada vez más grandes de los clientes que, en muchos casos, parecen haber migrado casi por completo a este tipo de experiencia de compra. En ese sentido, tal vez otro gran reto es ofrecer experiencias que se centren más en las personas y en solventar sus necesidades. Esas necesidades tienen que ver con la inmediatez a la hora de recibir el producto, lo que obliga a mejorar los tiempos de entrega; y también con la los procesos de devoluciones de productos, lo cual obliga a las empresas a tener que recurrir a la logística externa e inversa para poder cumplir con los pedidos.
Por otra parte, si la logística externa se centra en satisfacer las demandas de los clientes, también deben satisfacer las demandas de los gobiernos en relación con el cuidado ambiental. Esto obligará a tomar toda una serie de medidas amigables con el ecosistema y en los que se evite las emisiones de CO2.
Por último, uno de los grandes retos del 2023 en la logística externa tiene que ver con la advertencia ya casi mundial sobre una posible recesión. Esto quiere decir que las empresas deben reducir al máximo los costos y gastos no fundamentales, y será una decisión muy difícil tener que elegir qué procesos dentro de la logística externa no podrá costearse. Esto, de nuevo, representa un gran problema si consideramos la competencia en el mercado y la importancia de ofrecer a los clientes el servicio más efectivo en las entregas.
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